La realidad que nos toca vivir a los argentinos a partir de la llegada del coronavirus a nuestro país ha expuesto lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros, lo hemos explicitado en artículos anteriores, pero además expone también el funcionamiento de las instituciones, y de los ciudadanos que ocupan lugares en dichas instituciones.

Dado el aislamiento decretado por el gobierno nacional quedaron expuestas, por ejemplo, las realidades económicas de las familias y los gobiernos, puesto que ante la imposibilidad de recaudar de muchos argentinos, se resiente necesariamente la posibilidad de recaudación de los gobiernos, puesto que es difícil que quien no cobra, pague. Más aún cuando hay, por ejemplo, tasas municipales que no dejan de cobrarse por servicios que dejaron de prestarse… si alguna vez se prestaron correctamente.

Aparece en el horizonte como una amenaza, para algunos más cercana y para otros más lejana, la rebelión fiscal, puesto que muchos contribuyentes no cuentan con el dinero para afrontar los compromisos contraídos y otros no ven una contraprestación fehaciente por el dinero pagado.

Esta realidad se acentúa cuando no se ve que el Estado, municipal en este caso, haya rendido cuentas explicitando que todos los recursos necesarios fueron reasignados en función de la emergencia dictada por el Decreto 215/2020. Al respecto sería interesante saber qué hizo el Ejecutivo local con el dinero que se asignaba, cada mes, para el sostenimiento del equipo profesional de básquet, o con el dinero previsto para la construcción del polideportivo municipal, entre otras cuestiones.

El Ejecutivo, con la complicidad del Concejo Deliberante que aprobó año a año el Presupuesto Municipal, destinó dinero a cuestiones in extremis superflua dejando de lado las necesidades básicas. Entonces ante la coyuntura actual hay que plantearse ¿Cómo pedirle a un vecino que no tiene agua potable en su domicilio que se quede en su casa para garantizar el aislamiento?

En consecuencia adquiere una importancia superlativa la información y comunicación que brinden los estamentos oficiales y los funcionarios que los ocupan. Ya hemos expuesto hasta el cansancio como miente el Intendente Cáffaro, y ayer quedó expuesto como, además, miente su equipo de política comunicacional, pero ya se sabe que no hay peor astilla que la del mismo palo.

El pasado jueves encontramos que la Secretaria de Salud, que es tan prolija en sus dichos, miente cuando habla de las arcas municipales y la importancia de ‘vivir con lo nuestro’, puesto que quedó expuesta al celebrar la publicación de un twit que llama a la rebelión fiscal. Es muy probable que se argumente que su cuenta de Twitter fue hackeada.

En un claro twit antisistema el pasado jueves a las 7:24 se enunció, literalmente, lo siguiente: ‘Si te sacan de prepo un derecho, es justo suspender una obligación. NO PAGUES UN PUTO IMPUESTO. #BuenJueves #AlbertoCumple’, y la Secretaria de Salud Rosana Núñez indica que le gusta.

Anotación 2020-04-03 210526

Cabe preguntarse entonces. ¿Y si le hacemos caso a la Secretaria de Salud y no pagamos impuestos? ¿De qué lado está Rosana Núñez, del lado del Estado que busca recaudar o del lado de los antisistemas que agitan la rebelión fiscal  promoviendo no pagar impuestos?, porque al fin y al cabo si se ‘vive con lo nuestro’ si no se recauda no se vive, o en cambio ¿está infiltrada en el sistema para subvertirlo desde adentro?

¿O es tan buena utilizando las redes sociales, como lo es como Secretaria de Salud?

Rosana… ¿de qué lado estás?