El 3 de mayo se celebró el Día Mundial de la Libertad de Prensa y, curiosamente, nos enteramos que ese mismo día el Municipio inició un sumario a uno de sus empleados por haber ejercido ese derecho a través de las redes sociales.
Tal como señala la UNESCO, la libertad de prensa y la libertad de información ‘son los fundamentos de la democracia, el desarrollo y el diálogo, y son básicos para la protección y la promoción del resto de los derechos humanos’, con lo cual cuesta entender el por qué del accionar del Municipio.
A principio de la semana pasada, coincidente temporalmente con el artículo en el que preguntábamos acerca del accionar de Julián García, hubo un pedido para que los empleados del área de salud no publicaran imágenes de sus áreas de trabajo, aunque curiosamente la Secretaria Rosana Núñez y su ladero, cual quijotes en su lucha contra molinos, sí publican imágenes del ámbito donde trabajan, porque en realidad ellos están en oficinas, haz lo que yo digo pero no lo que yo hago. Mal ejemplo si pretenden actuar como líderes de equipo y no tan solo como meros jefes.
Además, la imagen en cuestión, que es la que ilustra la nota, en ningún momento expone a nadie ni el lugar de trabajo, puesto que es la explanada de ingreso al Hospital Intermedio.
Cabe preguntarse entonces, ¿por qué se sanciona la publicación de una fotografía de un lugar público? ¿Qué es lo que no quiere que se sepa? ¿Qué es lo que se pretende ocultar? ¿La imagen? ¿El texto que acompaña la imagen? ¿O hay algo más?
Los responsables del área de salud no dan respuestas a los interrogantes creyendo que por ello los mismos desaparecen. No respondieron los cuestionamiento que hicimos en ‘Le pregunto, Secretaria Núñez’ ni en ‘Más Bernardo que Sargento García’, sin embargo y con muy poca esperanza de encontrar respuesta preguntamos:
¿Por qué la Secretaria Rosana Núñez publica en su perfil personal imágenes de partes interiores del Hospital Intermedio Dr. Ren
é Favaloro utilizando indumentaria de bioseguridad que debiera estar reservada para ocasiones especiales?
¿Por qué un grupo de trabajadores no puede agradecerles a sus vecinos con una imagen al frente de su lugar de trabajo?
¿Los responsables del área de salud no quieren que se sepa que la Secretaria Núñez utiliza un barbijo N95 para una puesta en escena mientras ‘dirige la guerra desde la retaguardia’? ¿Les molesta que los que están en el frente de batalla, en serio y no solo para las fotos, muestren a los vecinos cuál es el material de bioseguridad con el que trabajan a diario?
¿Por qué los mamelucos que lucían los García, Fusco y Núñez no son los mismos mamelucos con los que trabajan los que salvan vidas?
¿Por qué los profesionales de la salud del Hospital Intermedio Dr. René Favaloro no cuentan con la misma calidad de barbijos que el Intendente Municipal? Pero ojo, de cuando el Intendente sale a mirar pasar fumigadoras, no cuando hacen la puesta en escena y aparece con un tapabocas. ¿No debería dar el ejemplo el propio Osvaldo Cáffaro y utilizar para su protección los tapabocas del programa de la red de voluntarios #DesdeCasa? ¿Por qué no lo hace? ¿Sabe que existen y que el municipio los promociona?
¿Por qué cuando los trabajadores preguntan qué pasa, les responden que ‘se informó en reiteradas oportunidades que no deben sacarse fotos en ámbito o con ropa laboral, que no sean oficialmente institucionales, y con la autorización de sus superiores’, pero no ocurre lo mismo cuando la publicación es de la Secretaria Núñez? ¿Creen que las fotos transmiten diferentes mensajes? ¿Hay que recordarles la anécdota de José de San Martín en el polvorín?
Argumentan que ‘lo que importa es la foto con ropa de trabajo en el lugar de trabajo’, lo cual nos deja un interrogante y una certeza. La duda, ¿por qué ‘se inician actuaciones sumariales’ si no están en el lugar de trabajo?, la certeza, Rosana Núñez ni trabaja donde se tomó la foto ni utiliza para trabajar esa indumentaria, porque no se le iniciaron actuaciones sumariales inmediatas como ocurrió con el empleado.
El Dr.
Gerardo Maurizio Güerci buscó amedrentar a los empleados con argumentos fútiles, esgrimiendo que ‘en la imagen no se respetó el distanciamiento social previsto por los decretos 260 y 297/2020’. Dado que él conoce legislación que la ciudadanía desconoce, sería interesante que la comparta, para que todos sepan de qué se tratan los decretos invocados y así saber a qué atenerse. Además, es curioso que el ahínco que tiene por el respeto de la ley para con los empleados no lo tenga para con los jefes, volviendo a la anécdota del general San Martín, ¿creerá que la unidad de medida difiere en cada caso?
A propósito y si estamos hablando de la misma persona que compitió con el actual intendente en 2011 y mientras Cáffaro obtenía más del 60% de los sufragios él alcanzó el 3,31% de los votos y según el Diario La Voz del 12 de abril de aquel año ‘su nombre tomó trascendencia a mediados del 2009, cuando inició una acción de amparo contra la remodelación de Plaza Italia porque, según lo expresado, “era un patrimonio histórico, cultural y arquitectónico que iba a ser destruido”. También fue uno de los denunciantes por una “presunta usurpación”, por parte del Estado municipal, de un terreno frente al balneario en la costanera’. Si es la misma persona, aprovechamos para consultarlo ¿Sigue pensando lo mismo? Si no es así, ¿A qué se debe dicho cambio? ¿Cambió de pensar antes o después de ser funcionario municipal en la gestión de Osvaldo Cáffaro?
Una consulta adicional, ¿por qué en la página web de la Secretaría de Salud se lo presenta como ‘Director General de Asuntos Jurídicos y Legales’ si en el organigrama ese puesto no existe?
Una vez más el área de Salud del Municipio de Zárate está haciendo las cosas mal. Como los mensajes de Julián García a los trabajadores, como el trato de Rosana Núñez denunciado por sus compañeros de trabajo, como el descuento en el sueldo a algunos empleados del área de Salud de días atrás.
Esperemos corrijan este accionar y, en lo posible, eviten que se repitan en el futuro. Es saludable para un buen gobierno y sería respetuoso hacia la ciudadanía.
Príncipe del manicomio 