Tiempo atrás hablábamos de como la entonces Secretaria de Salud Rosana Núñez utilizaba los recursos públicos para beneficio personal y enviaba a Ezeiza un vehículo que tenía asignado a su área para buscar a su hija, que volvía en uno de los viajes de repatriación de argentinos que estaban en el exterior al inicio de la pandemia. Decíamos entonces que ‘Lo mío es mío y lo de todos… también‘.

El tiempo pasó y lo único que cambió fueron los involucrados, pero el apropiarse para sí de lo que es de todos los ciudadanos zarateños es una política que el gobierno municipal sigue practicando.

¿Qué hacía el fin de semana una camioneta del Municipio en Bragado? ¿Hay relación en que el Secretario de Desarrollo Humano y Promoción Social Darío Raffo sea oriundo de ese Distrito y que una Ford Ranger ploteada con la imagen corporativa del Municipio haya estado estacionada en la calle San Martín al 900 de dicha ciudad bonaerense? ¿Tendrá que ver acaso que mientras tenía domicilio en Bragado estaba registrado como proveedor de servicios jurídicos con domicilio legal en San Martin 902 de Bragado o fue a comprar algo para el almuerzo a la pollería ‘La Gallinita’?

¿Algún funcionario estaba cumpliendo labores de gobierno allí el fin de semana largo o un funcionario usaba para su beneficio personal lo que es de todos?

¿Quién pagó el combustible para movilizarse hasta allí? Más allá del riesgo del traslado, hechos como éste explica, entre otras cosas, por qué los vehículos del Municipio de Zárate tienen tantas multas fuera de los límites del Partido.

Esta camioneta, por ejemplo, debe $42.805,75 de infracciones de tránsito, amén que en ninguno de los casos el Municipio cumplió con  ‘la obligación legal de informar la Persona Física que cometió la infracción, cumpliendo la presentación del Deber de Informar’, como indica la norma legal, es decir, infracción por triplicado. Cometieron la infracción, no informaron quién la cometió y no la pagaron.

Cuando se pague, ¿Quién la pagará? Pregunta retórica, claro está, porque el mantenimiento del vehículo, el seguro del vehículo, la patente del vehículo, el combustible para que el vehículo funcione y las infracciones que comete quien maneja esta camioneta la paga cada uno de los contribuyentes zarateños.

De las tres multas que están en fecha, una fue realizada durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, y las dos restantes durante el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Las 3 fuera de Zárate, y 2 de ellas durante el fin de semana, una un domingo y la otra un sábado. ¿Notable, verdad?

Extraoficialmente el caso de Rosana Núñez se justificó en la necesidad, en el contexto de la pandemia, del regreso a casa de la hija de la Secretaria de Salud, que ni siquiera es vecina de Zárate. Inexplicable e injustificable. En realidad falta de seriedad y responsabilidad del funcionario de turno.

Darío Raffo además es el coordinador del Programa General Alimentario instituido en el contexto de la pandemia, en cuyo rol en una de las actividades mencionó que ‘debo agradecer la colaboración de empresas y vecinas y vecinos que se han sumado con una fuerte impronta solidaria, que se suman a una dinámica enorme de trabajo que va en sintonía con un impulso municipal, con la colaboración de la provincia y la nación’. Curioso que hablen de solidaridad… con la ajena, porque mientras piden solidaridad se apropian de la todos para beneficio personal.

¿Cómo se explica esta nueva situación? ¿Lo explicarán? ¿Alguno de los que fueron elegidos para controlar el accionar del Ejecutivo municipal pedirá explicaciones, o seguirán cumpliendo el rol de cómplices?